Primero fuimos por un camino un poco peligroso porque pasaban las motos muy cerca de nosotros.
Había un perrito que nos siguió como una hora, bueno solo seguía a mi madre cuando ella cambiaba de acera el perrito también.
Desayunamos en un restaurante que nos podíamos tumbar para comer, Miguel desayuno un banana parking, yo también y mi madre desayuno huevos revueltos con bacon. Después entramos en un mercado, que holía fatal porque estaba todo sucísimo y repleto de bichos.
Nos hicimos unas fotos muy chulas con el Diós Godés que es el Diós de la buena suerte, muy típico de Bali.
Luego hicímos lo más molón de la caminata. Nos estuvimos haciendo unos masajes que nos lo hicimos en un sitio que era de profesionales, primero nos mandaron quitarnos toda la ropa y ponernos unos calzoncillos especiales, después nos tumbaron en unas camas, nos hecharon cremas y empezaron a masajearnos, era todo un lujazo. Me encanto cuando apretaron y soltaron la espalda.
Me gusto mucho como regateo mi madre el precio de un imán. Adiós os dice presumido-boy.
Yo lo que veo es que sois unos caraduras!!!!!!!
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